NO TE DEJES
DOMINAR
A veces nos sentimos tan cansados de luchar con
las mismas áreas en nuestras vidas
y al notar que no las hemos podido superar casi nos rendimos de seguir tratando
de vencerlas.
A veces duramos unos cuantos días,
semanas o meses creyendo que ya hemos superado ese hábito que no nos orgullece
o esa área que nos avergüenza contar a los demás, pero de pronto, después de un
corto o mediano tiempo, caemos en el mismo error y sinceramente sentimos que
nunca lo venceremos.
Todos tenemos un área o varias áreas con las
que luchamos diariamente, hábitos, acciones o actitudes
con las que luchamos por tratar de vencer o superar.
Por muy espiritual que
él o ella parezcan, detrás de esa “espiritualidad” existe también un hombre o
una mujer con luchas como cualquier otro, luchas diarias que a veces pareciera
que nunca vamos a poder vencer. Y es que la mayoría de nosotros al notar que no
podemos vencer eso que tan mal sabor de boca nos deja, casi dejamos que nos
domine a su antojo.
¿Estará bien que dejemos que nos domine?
¿Estará bien que no hagamos nada por seguir
luchando?
Al no ver resultados en esa área de nuestra
vida, ¿Debemos rendirnos?
¿Hoy tu vida y tu cuerpo parecen una plaza de
mercado? ¿Está llena de cosas inapropiadas que obstruyen el atrio del templo de
Dios que es tu cuerpo? Pues permítele al Maestro Bueno que todo cuanto hay de
inapropiado en tu vida: Esos pecados que aún no has podido vencer, esos vicios
que gobiernan tu vida, ese hombre o esa mujer que te esclavizan, esa falta de
perdón, esas malas compañías que te atan, haz que todo eso sea expulsado con el
látigo de su misericordia, toma una buena decisión y permite que Él los
arranque de raíz, solo Él puede hacerlo, nosotros en nuestra fragilidad humana,
no podemos hacerlo solos, Él con su divinidad y Majestad, puede ayudarnos a
vencer esos vicios, la mentira, la infidelidad, la falta de perdón, el creernos
superiores a los demás, la falta de respeto por el otro, la falta de amor
propio, tantas cosas que nos atan; solo Dios, en su Grandeza, puede romperlas,
desatarlas y echarlas fuera de nuestro templo, permite que el Maestro restaure
y sienta celo por su casa que eres tú.
A LOS PIES DEL MAESTRO
Marzo 29 De 2012
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