El discípulo acepto cargar la cruz, pero sintió que era muy larga y pesada y Pidió al Señor que le permitiera cortar la cruz para aminorar el peso.
“Señor, es demasiado pesada, por favor déjame cortarla un poquito”
El Señor le permitió cortar la cruz un poco y el discípulo continuó su marcha Con su cruz recortada. El discípulo sentía que su cruz continuaba siendo pesada, así que le pidió Nuevamente al Señor que le permitiera cortar su cruz un poco más.
“Señor, por favor, córtala un poquito más y podré cargarla mejor”.
El Señor siempre bondadoso le permitió cortar la cruz aun más, lo que agradeció el discípulo.
“Señor, muchas gracias…”
El discípulo continúo alegremente su marcha, pues ahora su cruz era menos Pesada, contrario a la de los demás que habían continuado la marcha con su cruz larga y pesada. Pero de repente apareció en el trayecto un precipicio que dividía el camino en dos, el cual era imposible cruzar a menos que hubiera un puente. Así que el Señor les dijo a todos que usaran su cruz como puente.
“Usa tu cruz como puente y cruza por encima”
“Ahhh, es demasiado corta y no puedo cruzar…”
Todos lo hicieron y cruzaron, menos el discípulo que había cortado su cruz.
Solo hay una salida para los sufrimientos y es pasar por ellos. Dios nunca te dará más de lo que puedes cargar. Así que carga tu cruz y regocíjate en el premio. Aprendamos a cargar nuestra cruz sin renegar y sólo pidamos al Señor fuerza y fortaleza para salir adelante y salir triunfadores. Cualquiera sea tu cruz, Cualquiera sea tu dolor, siempre habrá un resplandor, un atardecer, después de la lluvia…. Quizás puedas tropezar, quizás hasta caer…. Pero Dios siempre está listo a responder a tu llamada… Dios siempre enviará un arco iris después de la lluvia.
A los Pies del Maestro
Mayo 2 de 2011
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