martes, 21 de junio de 2011

LECTURA BÍBLICA

Sirácida 3, 1 -16

"Hijos míos, escúchenme a mí, que soy su padre; sigan mis consejos y se salvarán. El Señor quiere que el padre sea honrado por sus hijos, y que la autoridad de la madre sea respetada por ellos. El que respeta a su padre alcanza el perdón de sus pecados, y el que honra a su madre reúne una gran riqueza. El que respeta a su padre recibirá alegría de sus propios hijos; cuando ore, el Señor lo escuchará. El que honra a su padre tendrá larga vida; el que respeta a su madre será premiado por el Señor, pues obedece a sus padres como si fueran sus amos. Hijo mío, honra a tu padre con obras y palabras, y así recibirás toda clase de bendiciones. Porque la bendición del padre da raíces firmes a una familia, pero la maldición de la madre la arranca de raíz. No te sientas orgulloso viendo a tu padre pasar vergüenza, pues esto no es ninguna honra para ti. El honor de un hijo está en el honor de su padre; en cambio, el que desprecia a su madre se llena de pecados. Hijo mío, empéñate en honrar a tu padre; no lo abandones mientras tengas vida. Aunque su inteligencia se debilite, sé comprensivo con él; no lo avergüences mientras viva. Socorrer al padre es algo que no se olvidará; será como ofrecer sacrificio por los pecados. Cuando estés en aflicción, Dios se acordará de ti y perdonará tus pecados, como el calor del sol derrite el hielo. El que abandona a su padre ofende al Señor, y el que hace enojar a su madre es maldecido por Dios".
PALABRA DE DIOS

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