martes, 12 de mayo de 2009

LECTURA BÍBLICA

Lucas 2, 41 – 51

“Los padres de Jesús iban todos los años a Jerusalén para la fiesta de Pascua. Y así, cuando Jesús cumplió los doce años, fueron allá todos ellos, como era costumbre para la fiesta. Pero pasados aquellos días, cuando volvían a casa, el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que sus padres se dieran cuenta. Pesando de que Jesús iba entre la gente, hicieron un día de camino; pero luego, al buscarlo entre los parientes y conocidos, no lo encontraron. Así que regresaron a Jerusalén para buscarlo allí. Al cabo de tres días lo encontraron en el templo, sentado entre los maestros de la ley, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Y todos los que lo oían se admiraban de su inteligencia y de sus respuestas. Cuando sus padres le vieron, se sorprendieron; y su madre le dijo: Hijo mío, ¿por qué nos has hecho esto? Tu padre y yo te hemos buscado llenos de angustia. Jesús les contestó: ¿Por qué me buscaban? ¿No saben que tengo que estar en la casa de mi Padre? Pero ellos no entendieron lo que les decía. Entonces volvió con ellos a Nazareth, donde vivió obedeciéndoles en todo. Su madre guardaba todo esto en su corazón. Y Jesús seguía creciendo en cuerpo y mente, y gozaba del favor de Dios y de los hombres”.
PALABRA DEL SEÑOR

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