martes, 30 de diciembre de 2008

LECTURA BÍBLICA

Jn. 1, 19 – 28

“Los judíos de Jerusalén enviaron sacerdotes y levitas a Juan, a preguntarle quién era. Y él confesó claramente: Yo no soy el Mesías. Le volvieron a preguntar: ¿Quién eres, pues? ¿El profeta Elías? Juan dijo: No lo soy. Ellos insistieron: Entonces, ¿Eres el profeta que has de venir? Contestó: No. Le dijeron: ¿Quién eres, pues? Tenemos que llevar una respuesta a los que nos enviaron. ¿Qué nos puedes decir de ti mismo? Juan les contestó: Yo soy una voz que grita en el desierto: ‘Abran un camino derecho para el Señor’, tal como dijo el profeta Isaías. Los que fueron enviados por los fariseos a hablar con Juan, le preguntaron: Pues si no eres el Mesías, ni Elías, ni el profeta, ¿por qué bautizas? Juan les contestó: Yo bautizo con agua; pero entre ustedes hay que uno que no conocen y que viene después de mí. Yo ni siquiera merezco desatarle la correa de sus sandalias. Todo esto sucedió en el lugar llamado Betania, al oriente del Río Jordán, donde Juan estaba bautizando”. PALABRA DEL SEÑOR.

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