martes, 24 de junio de 2008

RECORDATORIO

EL CORAZÓN DE UN NIÑO

Mañana por la mañana abriré tu corazón, le explicaba el cirujano a un niño. Y el niño interrumpió: ¿Usted encontrará a Jesús allí? El cirujano se quedó mirándolo, y continuó: cortaré una pared de tu corazón para ver el daño completo. Pero cuando abra mi corazón, ¿encontrará a Jesús allí? Volvió a interrumpir el niño. El cirujano se volvió hacia los padres, quienes estaban sentados tranquilamente. Cuando haya visto todo el daño allí, planearemos lo que sigue, ya con tu corazón abierto. Pero, ¿usted encontrará a Jesús en mi corazón? La Biblia bien claro dice que Él vive allí. Las alabanzas todas dicen que Él vive allí… ¡entonces lo encontrará en mi corazón!

El cirujano pensó que era suficiente y le explicó: te diré qué encontraré en tu corazón. Encontraré un músculo dañado, baja respuesta de glóbulos rojos, y debilidad en paredes y vasos. Y aparte me daré cuenta si te podamos ayudar o no. ¿Pero encontrará a Jesús allí también? Es su hogar, Él vive allí, siempre está conmigo. El cirujano no toleró los insistentes comentarios y se fue.

Enseguida se sentó en su oficina y procedió a grabar sus estudios previos a la cirugía: aorta dañada, vena pulmonar deteriorada, degeneración muscular cardiaca masiva; sin posibilidades de trasplante, difícilmente curable. Terapia: analgésicos y reposo absoluto. Pronostico: tomó una pausa y en tono triste dijo: muerte dentro del primer año. Entonces detuvo la grabadora. Pero… tengo algo más que decir: ¿Por qué? Preguntó en voz alta. ¿Por qué hiciste esto a él? Tú lo pusiste aquí, tú lo pusiste en este dolor y lo has sentenciado a muerte temprana. ¿Por qué?

De pronto, Dios, Nuestro Señor, le contestó: El niño, mi oveja, ya no pertenecerá a tu rebaño porque él es parte del mío y conmigo estará toda la eternidad. Aquí en el cielo, en mi rebaño sagrado, ya no tendrá ningún dolor, será confortado de una manera inimaginable para ti o para cualquiera. Sus Padres un día se reunirán con él, conocerán la paz y la armonía juntos, en mi reino y mi rebaño sagrado continuará creciendo.

El cirujano empezó a llorar terriblemente, pero sintió aun más rencor, no entendía las razones. Replicó: tu creaste a este muchacho, y también su corazón ¿para qué? ¿para que muera dentro de unos meses? El Señor le respondió: porque es tiempo de que regrese a su rebaño, su tarea en la tierra ya la cumplió. Hace unos años envié una oveja mía con dones de doctor para que ayudara a sus hermanos, pero con tanta ciencia se olvidó de su creador así que envié a mi otra oveja, el niño enfermo, no para perderlo sino para que regresara a mi aquella oveja perdida hace tanto tiempo. El cirujano lloró y lloró inconsolablemente.

Días después, luego de practicar la cirugía, el doctor se sentó a un lado de la cama del niño; mientras que sus padres lo hicieron frente a su médico. El niño despertó y murmurando rápidamente preguntó: ¿Abrió mi corazón? Si, dijo el cirujano. ¿Qué encontró? preguntó el niño. Tenías razón, encontré allí a Jesús.

1 comentario:

  1. Este recordatorio fue muy emotivo y muy significativo, tiene un mensaje hermoso el cual aplica para todos nosotros que en algun momento de nuestras vidas nos hemos olvidado que Jesús vive en nuestro corazon.

    ResponderEliminar