martes, 17 de junio de 2008

LECTURA BÍBLICA

Mt. 5, 13 – 16

“Ustedes son la sal de éste mundo. Pero si la sal deja de estar salada, ¿cómo podrá recobrar su sabor? Ya no sirve para nada, así que se la tira a la calle y la gente la pisotea.
Ustedes son la luz de éste mundo. Una ciudad en lo alto de un cerro no puede esconderse. Ni se enciende una lámpara para ponerla en un cajón; antes bien, se la pone en lo alto para que alumbre a todos los que están en la casa. Del mismo modo, procuren ustedes que su luz brille delante de la gente, para que, viendo el bien que ustedes hacen, todos alaben a su Padre que está en el cielo”.
PALABRA DEL SEÑOR

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