martes, 24 de noviembre de 2009

LECTURA BIBLICA

Sabiduría 3, 1-9

Las almas de los buenos están en las manos de Dios, y el tormento no las Alcanzará. Los insensatos creen que los buenos están muertos; Consideran su muerte como una desgracia, y como una calamidad el Haberse alejado de nosotros. Pero los buenos están en paz: aunque a los Ojos de los hombres parecían castigados, Abrigaban la esperanza de no Tener que morir. Después de sufrir pequeños Castigos, Recibirán Grandes beneficios, porque Dios los puso a prueba y los halló Dignos de él. Los probó como al oro en el crisol, y los aceptó como un sacrificio Ofrecido en el altar. El día en que el Señor venga a juzgarlos, Resplandecerán como antorchas, Como chispas que prenden entre el Rastrojo. Juzgarán a las naciones y gobernarán a los pueblos, y el Señor Reinará sobre ellos para siempre. Los que confían en el Señor comprenderán la verdad, y los fieles Permanecerán a su lado con amor, pues Dios es bueno y favorece a sus Elegidos.
Palabra Dios.

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